Al menos 830 personas de zonas rurales de los municipios colombianos de Hacarí y La Playa, ubicados en la región del Catatumbo, fronteriza con Venezuela, están confinadas por enfrentamientos entre bandas criminales que operan en la zona. 

Así lo informó este domingo la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), que detalló en un comunicado que desde el pasado 15 de junio esas personas que se habían desplazado por los enfrentamientos están en "situación de confinamiento".

Esto ocurre por "las limitaciones a la movilidad, ante la prohibición que realizan" los grupos armados organizados para que "no se trasladen hacia la cabecera municipal y no transiten en horario nocturno".

La información agregó que por el confinamiento esas personas, de las cuales 311 son niños y adolescentes, han tenido dificultades para "el desarrollo de sus actividades cotidianas de sustento diario", así como tienen problemas para acceder a alimentos y agua.

"Las personas de las comunidades receptoras (cantidad por determinar) también estarían confinadas por las causas descritas. A este escenario se le suma que los habitantes de las veredas (caseríos) afectadas presentan exposición a riesgos de protección como consecuencia de retenes ilegales, toques de queda y la presencia de minas antipersonas y municiones sin explotar", agregó la OCHA.

El pasado jueves, la ONG Consejo Noruego para Refugiados (NRC, por su sigla en inglés) alertó del desplazamiento de las 830 personas que "necesitan atención" urgente. 

"La población en La Playa ha decidido huir, por eso estas personas deben ser protegidas y asistidas urgentemente", dijo el director de país del NRC, Christian Visnes, quien agregó que "cerca de 250 personas duermen en una casa que tiene una sola unidad sanitaria".

En ese sentido, la OCHA consideró urgente reubicar a esas 250 personas "que se alojan en condiciones de hacinamiento en una vivienda" porque esa situación expone a las personas "a riesgos".

También ve necesario que se lleven tanques de agua porque la que hay en la zona es insuficiente y no es apta para el consumo humano.

"Se necesitan unidades sanitarias en los espacios donde se alojan las personas afectadas, ya que las pocas que existen se encuentran en mal estado además de ser insuficientes por la cantidad de personas hacinadas", detalló la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios. 

EFE